Una imagen vale más que mil palabras y en esto consistía la primera clase, en ver cómo de compleja llega a ser una imagen frente a las palabras.
La actividad consistía en que tres compañeros que salieron voluntarios, se ocupaban de describir una imagen la cual el resto debíamos imaginar y a continuación dibujar.
Las descripciones de los compañeros se centraban básicamente en que era un dibujo con tonos azules en el que aparecía un niño que no se le apreciaba bien quién era porque aparecía a contraluz delante de una puerta con luz blanca. Arriba a la derecha había una especia de luz amarilla y algo un tanto extraño que no llegábamos a comprender al escuchar la descripción del compañero que decía "hay como dos jeringuillas con gorros de gnomo a la izquierda".
Todos los dibujos acabaron con unos resultados bastante parecidos entre sí a excepción de la idea de las "jeringuillas" que fue algo más variado, o por lo menos el mío fue bastante más diferente del original:
La conclusión de este ejercicio fue demostrar lo indicado al principio de la entrada. Los compañeros encargados de describir la foto tardaron pocos segundos en entender la imagen al verla y en pensar cómo describirla mientras que el resto, para comprenderla necesitamos más de diez minutos a pesar de lo detalladas que fueron las descripciones.
JUAN FRANCISCO CASAS
En esta clase hemos conocido además al autor de unas obras bastantes curiosas realizadas con boligráfo Bic azul. Juan Francisco Casas parte de imágenes de la vida cotidiana que la gente toma como selfies convirtiéndolos en obras de arte sobre la juventud.
JUAN FRANCISCO CASAS
En esta clase hemos conocido además al autor de unas obras bastantes curiosas realizadas con boligráfo Bic azul. Juan Francisco Casas parte de imágenes de la vida cotidiana que la gente toma como selfies convirtiéndolos en obras de arte sobre la juventud.

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